martes, 13 de septiembre de 2011
Intersecciones
Hay veces en las que la vida te sale al encuentro,en las que ficcion y realidad se entrecruzan tanto que acaban por fundirse y hacerse indistinguibles,en las que,en definitiva,la literatura y la vida se convierten en primas hermanas y en las que al menos en una ocasion ves un trozo de tu vida plasmada en una obra literaria.
Toda esta perorata viene a cuento por la increible experiencia que senti no hace mucho mientras leia "Tranvia a la Malvarrosa" de Manuel Vicent y concretamente centraba mi atencion en este parrafo:
"En la calle del Salvador habia un horno de cuya jamba colgaba una jaula con un loro.El panadero le enseñaba a hablar.todas las mañanas a las nueve sorprendia a aquel hombre con el bigote empolvado de harina que le repetia al pajarraco: "¡macho el Levante¡ ¡Macho el Levante¡ ¡Cabron,dilo de una vez¡ ¡macho el Levante¡ " Nunca oi que el loro contestara una palabra"
Me imagino que a la mayoria de vosotros no os habra parecido un texto especialmente emocionante,pero para mi sin duda alguna lo es.Y la razon es muy simple:Yo vivi 32 años de mi vida en la calle Salvador,vivi ademas en la misma finca donde se encontraba ese horno
Yo conoci a ese hornero con los bigotes llenos de harina y escuchaba cada dia a ese loro porque a pesar de lo que Manuel Vicent diga,el loro si aprendio a hablar y cuando empezo el problema fue mas bien el hacerlo callar.Ademas,y curiosamente,su palabra preferida no era "Macho" ni "Levante" sino "Cabron"
Por eso cuando lei aquel libro me parecio estar echando una mirada a un trozo de mi vida pasada,a unos hechos de los que fui directamente protagonista y no pude evitar sentir un escalofrio propio de aquel que ha tenido el privilegio de poder observar por un momento su propio pasado narrado por otra persona
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Madre mía... que flipante historia Juanjo. Vaya con el Loro al final se quedó con el "cabrón" ... debe ser porque es una palabra con mayor fuerza fonética. Besotes.
ResponderEliminarMarina: Es sin duda una historia muy curiosa y totalmente real que me sorprendio de un modo inesperado al leer el libro
ResponderEliminarBesos
Sí, algunos veces tenemos la sensación que es nuestra la vida que otro ha imaginado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Disancor: desde luego lo has expresado mil veces mejor de lo que yo nunca hubiera podido conseguir
ResponderEliminarUn abrazo
A los loros parecen gustarles las palabras que conllevan una reacción más airada. No oirás a ningún loro decir mesa, silla o vaso. Al decir hola y adiós esperan una respuesta igual.
ResponderEliminarUlises: no se si es que a los loros les gustan o es a las personas a las que noe encanta enseñarles justamente esas palabras
ResponderEliminarUn abrazo
jajajja que bueno lo del Loro la parte en la que esté aprendió más a decir ''cabrón'' supongo que el hornero se lo repetiría tantas veces que el pobre se quedo con aquello.
ResponderEliminarEs de imaginar que te quedarías alucinado al leer un trocito de tus vivencias en un libro publicado por otro. A mi no me ha sucedido nada de eso, pero he tenido muchos deja vu y aún sigo teniendo, algo leí sobre ésto , no me preguntes dónde, porque ni me acuerdo. Pero leí que el deja vu no era algo vivido anteriormente sino más bien es como una parada del celebro de décimas de seg. y al volver te da la sensación de ya haberlo vivido, en mi opinión creo que si, si debe de ser así o al menos tiene más lógica.
Mi beso para ti querido amigo y como siempre desde el otro lado oscuro.
Eva: si,tienes toda la razon.He leido algo sobre los deja-vu y esa explicacion cientifica que apuntas me resulta la mas convincente y logica
ResponderEliminarGracias por tu nuevo beso dese el lado oscuro....ya sabes qyue no aceptare los que vengan de otra parte
Besos
Si que debe ser llamativo y gratificnte cuando en la literatura se plasman situaciones conocidas en primera persona y que caso el del loro, está claro que siempre se aprende más rapidamente lo malo que lo bueno, ¡es que es más divertido! jajaja.
ResponderEliminarBesos.
Hola Juanjo:
ResponderEliminarLa vida esta llena de estas pequeñas satisfacciones. No siempre se esta cerca de la fuente de inspiración de autores y poetas.
;D El loro aprende lo que oye...
Saludos
Rosa: fue como minimo una experiencia curiosa y sorprendente.Me impacto bastante
ResponderEliminarBesos
Manuel: Pues si,fue una satisfaccion.Y en cuanto a lo del loro...totalmente de acuerdo
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantan estas sorpresas que la vida nos regala.
ResponderEliminarEres muy afortunado Juanjo.
Abrazos y saludos afectuosos!
Es un lujo formar parte de una novela. Abrazos literarios.
ResponderEliminarAntonio: Esa es sin duda la parte mas bonita de la vida...esas sorpresas que le dan sabor
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
Jose Luis:Pues si...es todo un lujo
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Vaya coincidencia Juanjo!!!! No me extraña que te impactara ese fragmento pues seguro ue te hizo recordar mmuchas más cosas de las escritas en el libro. BESITOS Y SALUDITOS DESDE JACA.
ResponderEliminarliova: Efectivamente querida amiga...me trajo a la mente muchos recuerdos de mi infancia...bonitos y tristes
ResponderEliminarBesitos y saluditos desde Valencia
Que emocion tan rara, es como que alguien te diga.. te acuerdas cuando eras chamo y te paso esto y tu te acuerdes, pero no te acuerdes de la persona que te lo cuenta... es extraño... y los Loros jajajaj historias y cuentos tengo yo de esos malablados parlanchines..!
ResponderEliminarBesito...!!!
Afrodita: si,es algo asi....has sbido captar muy bien eda sensacion
ResponderEliminarA ver que dia te animas a contarnos tus historias de loros
Besitos
Los loros se parecen mucho a nosotros en el sentido de que cuando aprendemos un idioma nuevo, los tacos son lo primero que aprendemos.
ResponderEliminarLoco: es cierto...no habia pensado en esa similitud.Gracias
ResponderEliminarUn abrazo
O tu pasado desde otro punto de vista no?a veces me ha pasado y he pensado "este no sabe de lo que habla".
ResponderEliminarPero todos tenemos nuestro punto de vista.
Besitos
S: mi pasado desde otro punto de vista....es cierto¡¡¡¡¡¡¡¡...porque mi punto de vista iba a ser el verdadero????????
ResponderEliminarGracias guapa
Besotes
Ja,ja,ja,ja, me rió por lo del loro, para estos tiempos, bendita palabra cogió!!!
ResponderEliminarHa de ser sumamente curioso estar leyendo y sentir como.....algo así como....¡¡ESTO YO LO VIVI!!! JJJJOOOOO!!!! ¡¡¡TIENE QUE SER GENIAL!!!
Besos!!!
Pero bueno! Ese horno de la calle Salvador es una fábrica de anécdotas. Yo tengo una muy buena de allí (que ahora no viene a cuento) que supongo tú conoces pues están implicadas tu madre, tu hermana, y la que supongo será la hija (o nuera, o esposa, o sucesora empresarial...) del señor que amaestraba al loro.
ResponderEliminarTiempo tendrás de contarla, si consideras oportuno hacerlo, claro, y si consideras que tiene algún interés para tu "audiencia".
Desde luego el tema es otro (la tensión de organizar una boda, o algo así).
Por cierto, deduzco que el loro, aunque querían hacerlo granota, era choto hasta las trancas. A ver si en vez de loro era el murciélago del escudo de Valencia CF...
Mira que te conozco años ya, y todavía no sabía nada del loro cabrón que sólo aprendió a decir cabrón.
Voy a seguir atento a ver que nuevas sorpresas descubro en tu blog. Un abrazo.
Interesante historia.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
Mimosa:Pues la verdad es que si....fue una experiencia genial e imagino que irrepetible
ResponderEliminarBesos
Ricard: es curioso...pero pensaba que habia comentado esta historia en alguna reunion familiar...obviamente me equivocaba y esto te demuestra querido Ricard que nunca llegas a conocer del todo a una persona...afortunadamente añado
ResponderEliminarEn cuanto a tu historia me encantara que me la cuentes en nuestro proximo encuentro
Un fuerte abrazo
Sisancor: feliz fin de semana tambien para ti amigo
ResponderEliminarUn abrazo