La adquisicion de este conocimiento secreto creo que supuso el fin de mi infancia lo cual de alguna manera quiere decir que mi infancia fue feliz.
Aun asi fue traumatico....cuantos trocitos de pan para los camellos de los reyes desperdiciados años tras año.Cuantos regalos que no me trajeron y que yo atribui en su momento al haberme comportado mal para de repente darme cuenta de que probablemente fue porque mis padres no me los pudieron comprar.Cuantos planes trazados noche de reyes tras noche de reyes para intentar descubrir a sus majestades de oriente trepando por la ventana para luego tener la penosa sensacion de haber perdido miserablemente mi tiempo y mi sueño.
Recuerdo cuando me trajeron aquel caballito balancin que nunca habia pedido y al cual le cogi tal panico que nunca me monte en el.Con ese caballito siempre mantuve una relacion de amor y odio que quizas cuente en otra ocasion
Tambien recuerdo cuantas veces pedi como regalo un excalextric y que como mucho me trajeron un exin castillos
Cuantas cosas comprendi de repente:comprendi como era posible que los reyes magos por muy magos que fueran fuesen capaces de repartir regalos en todas las casas del mundo y en solo unas pocas horas.Comprendi porque en la cabalgata de reyes el rey negro y sus pajes parecian tener la cara extrañamente pintada,comprendi que mantener las ilusiones es algo bonito,pero sobre todo comprendi con el paso del tiempo el enorme esfuerzo que hizo mi familia para conseguir que aquellas mañanas del dia de reyes yo fuera inmensamente feliz
Hola!!!!! Qué bonito lo que cuentas.... sabes??? hay veces que saber la verdad es duro pues tantos años de infancia creyendo en algo... que de repente se desvanece. Por cierto, los Reyes llegaron a Jaca pero por mi casa no pasaron!!!!!! BESITOS Y SALUDITOS DE LLUVIA.
ResponderEliminarLa magia no debería morir nunca, esa magia que entre todos creamos, esas magia basada en la ilusión, el sueño, la esperanza, el amor.
ResponderEliminar¿Te has fijado en la cara de los niños en la cabalgata cuando se vienen acercando los reyes magos? Vale la pena, tan sólo por eso, por mantener esos sueños, seguir creando la magia.
Feliz día de reyes, me voy a seguir montando la nave, porque aparte de reyes, ejercemos de mecánicos, montadores, ingenieros, y un largo etc, y más en mi caso, que sólo estoy yo, je,je,je.
Eso son justificaciones que nos hacemos para no llamar mentirosos a nuestros padres. Cuestión de culturas. Desde que nacemos nos engañan y nosotros seguimos engañando a pesar de los traumas que, más o menos, tenemos todos a causa de esas mentiras. Somos masoquistas y hacemos a los niños el mismo daño que nos hicieron.
ResponderEliminarJuanjo:
ResponderEliminarEs la inocencia lo que cuenta realmente. A mi mis padres (mi mamá) me lo dijo cuando tenía 12 años, aunque en los corrillos del colegio era noticia vieja ;D En Venezuela regala papá noel, los Reyes llevan casi siempre dinero.
Sin embargo, todos los años (ahora no porque están lejos) mis padres (mi papá) siempre nos dejaba un regalo a mi y a mi hermana en la cama (es la costumbre en la familia, Papá Noel dejaba los regalos en la cama de cada quien) con una tarjeta: De parte de PN.
Si tienes tiempo te dejo esta entrada del año 2009 de mi blog
http://docmanuel.blogspot.com/2009/12/feliz-navidad.html
Saludos
Mantener lo máximo posible la ilusión que en la infancia adquirimos es fundamental para ser más dichosos a lo largo de nuestra vida pues de ella nos alimentamos.
ResponderEliminarAbrazo y saludos afectuosos!
Hacemos mucho por los hijos....sin medir aveces los daños de la
ResponderEliminardesilusión.
Tradiciones ???? Infancia e inocencia.
Al final llega el perdón.
lo bueno es que aunque sepamos que los reyes son los padres sigamos disfrutando con la misma ilusion que cuando eramos crios.. =)
ResponderEliminarAntes nuestros padres, ahora nuestros hijos, qué más da. Es un día de ilusión para todos los que afortunadamente podemos disfrutarlo. Besos.
ResponderEliminarLiova:no te preocupes por eso,seguro que pasan cualquier dia de estos
ResponderEliminarBesitos y saluditos desde valencia
Mimosa:Estoy de acuerdo contigo.Sabemos que son mentiras,pero a veces las mentiras son importantes y tampoco creo que estas hagan tanto daño
ResponderEliminarEspero que las tareas de montaje acabaran bien
Besos
Stultifer:coincido contigo en el fondo.Hay mentiras que no deberian perpetuarse y algunas de ellas ciertamente son causantes de traumas posteriores....¿pero de verdad crees que este es el caso?Sinceramente me parece una mentira bastante inocente
ResponderEliminarManuewl:pues si,la inocencia es lo que cuenta y esos recuerdos que ya son inseparables de nuestra infancia
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por el enlace
Antonio:algunas ilusiones son mas que beneficiosas y otras no tanto.Esta en concreto no pienso que sea muy dañina
ResponderEliminarUn abrazo
liliana:En primer lugar gracias por visitar el blog y comentar.Eres bienvenida por aqui siempre que desees volver.
ResponderEliminarEs cierto que los padres son responsables de sus hijos en todos los sentidos:tambien de crearles falsas ilusiones....pero insisto que en este caso no veo gran perjuicio
Besos
Juan Carlos:Yo lo sigo haciendo por mis sobrinos
ResponderEliminarUn abrazo
Nieves:Y que podamos disfrutarlo mucho tiempo
ResponderEliminarbesos
Para mi, uno de los traumas de mi infancia.
ResponderEliminarUn besito!! Muchas gracias por pasarte por mi blog en mientras yo estaba en Roma, acabo de hacer un post sobre la ciudad si quieres ver un poquito!
Feliz 2011!!!!
irenecandy:recien vengo de tu blog y ya te deje alli mi comentario.Ya veo que lo pasaste genial y me alegro de ello
ResponderEliminarFeliz 2011
Besitos
Vaya, has tenido los mismos regalos que yo. Seguro que tambien tuviste los Juegos Reunidos Jeyper. Yo no tengo constancia de haberme creido que los regalos me los.hiciesen personas ajenas a mi familia.
ResponderEliminarLos Tres Reyes Magos
ResponderEliminarLa historia de los tres Reyes Magos
Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle
como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el
colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
- ¿Papa?
- Sí, hija, cuéntame
- Oye, quiero... que me digas la verdad
- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido
- Es que... -titubeó Cristina
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?
El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir
el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido
como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y
tragando saliva le dijo:
- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen
porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos
pero...
- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis
engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen
-respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina.
- Entonces no lo entiendo papá.
- Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya
ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras
señalaba con la mano el asiento a su lado.
Cristina se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que
le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió
de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
-Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por
una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos
en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan
feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a
todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
Continua...
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de
ResponderEliminarhacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de
niños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba
escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos
magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el
mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su
deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy
atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:
- Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a
ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para
poder llevar regalos a todos los niños?
- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.
Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que
pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no
podemos tener tantos pajes, no existen tantos.
- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos
pajes para cada niño que hay en el mundo.
- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres
Reyes con cara de sorpresa y admiración.
- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer
mucho a los niños? -preguntó Dios.
- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.
- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los
niños?
- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más
entusiasmados los tres.
- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y
los conozca mejor que sus propios padres?
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios
estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes
de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno
que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan
en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a
sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños
sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los
propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores
para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de
entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus
padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias
a los Tres Reyes Magos todos son más felices.
Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña
se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
- Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que me
queréis y que no me habéis engañado.
Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano
mientras decía:
- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año
que viene ya guardaré más dinero.
Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes
Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.
Espero te haya gustado el cuento...., y entiendas ahora que nadie te engañó...,
los Magos existen...
Un beso.
Felisa
escribis muy lindo
ResponderEliminarme senti reflejada en lo que contas
besos
Ulises:por supuesto que tuve de regalo los juegos reunidos Geyper......eran de mis favoritos
ResponderEliminarUn abrazo
Felisa:Leo tu historia por capitulos,como la has escrito.A la conclusion te cuento
ResponderEliminarFelisa:mil gracias por tu historia.Me ha gustado mucho y seguro que a tu hija le encantara tambien cuando se la cuentes.Gracias a ti he entendido por fin lo de los reyes magos
ResponderEliminarBesos
Gianna:mil gracias por tu comentario y sobre todo por tu visita
ResponderEliminarBesos
Asi que son los padres,eh?:Ahora entiendo porque nunca me han traido mi muñeca hinchable
ResponderEliminarTodo el mundo dice que fue traumatico, pero yo ni si quiera me acuerdo de aquel momento, si es que lo hubo xD
ResponderEliminarBesos!
Ignatius:Tu sigue insistiendo e igual un dia de estos cae
ResponderEliminarRory:Me imagino que haberlo lo hubo,pero si no fue traumatico y ni siquiera te acuerdas pues mejor que mejor,no?
ResponderEliminarBesos
Qué es esta entrada tan linda! Se me aguaron los ojos y todo! Aunque bueno, es Colombia llega es el niño Jesùs... Imagínate los kilos de imaginación que se debe poseer para creer con firmesa que un bebé recién nacido se trepó por el balcón a entregar los regalos... Jajaja! Un abrazo y mis respetos!
ResponderEliminarAusencia:mil gracias por tus palabras que creo inmerecidas y exageradas
ResponderEliminarQue gracioso lo del niño jesus...espero que te trajera cosas lindas
Besos
¿Sabes que yo no recuerdo cómo me enteré de que los Reyes eran los padres? Para mí que nunca me acabé de creer esa historia. Sí que recuerdo haber escuchado una noche a mis padres envolver los regalos, yo creo que eso fue lo que me lo dejó totalmente claro, pero no recuerdo el típico momento traumático de desengaño.
ResponderEliminarMi hermana me acaba de contar que en su caso fue a mi madre y le dijo: "mama, ¿Papá Noel existe?" y ella le dijo "no, y los Reyes Magos tampoco". Como ves, mi madre tiene mucho tacto.
Pecosa:Ja,ja,ja.....tu madre fue mas directa que Clint eastwood en Harry el sucio....me ha encantado esa historia
ResponderEliminarBesos
Que bonito es ser niño, adolescente, joven...
ResponderEliminary que pocas ganas de madurar...
ojala nunca lo haga o, por lo menos, no del todo...
y si..., a mi tmb me dio un buen palo cuando me entere de los reyes...
con la ilusion que tenia...
pero weno, se que papa noel no mE FALLARÁ NUNCA ;D
un abrazo
Mstr.Hide
Jan:No te fies demasiado de ese gordo de la barba blanca....seguro que en su saco no trae nada nuevo
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Juanjo,desde luego descubrir la aterradora verdad, me hizo saber que la infancia se acababa,pero ahora la sigo contemplando en los ojos inocentes de los niños e incluso en la ilusión que aún sentimos algunos adultos en la cabalgata y en esta noche mágica.Besos.
ResponderEliminarMuy bonito lo que escribes Juanjo, lagrimie un poco mi infancia no fue tan bonita
ResponderEliminarBambu:tienes toda la razon...conforme nos vamos haciendo mayores vamos recuperando un poco de esa magia perdida a la que renunciamos durante nuestra rebelde y contestataria juventud
ResponderEliminarBesos
Javaluna:en primer lugar bienvenido al blog.Muchas gracias por pasarte por aqui y por comentar.Espero que vuelvas a visitarlo siempre que asi lo desees
ResponderEliminarTambien quiero agradecerte tus palabras y lamentarme de lo que me dices sobre tu infancia.La mia tambien tuvo sus puntos negros
Un abrazo